Este procedimiento, que les asegura una mejor calidad de vida y evita también la reproducción sin control, implica algunas adecuaciones en su dieta y cuidados. La veterinaria Pamela Wallach entrega consejos clave.

La esterilización en hembras o castración en el caso de los machos, son procedimientos habituales que se realizan para extraer los órganos de reproducción, ovarios en las gatas (y en algunos casos el útero), y testículos en los gatos. 

“La operación de esterilización es muy simple y se realiza con anestesia general. El post cirugía se trata con analgésicos en la misma clínica veterinaria, y cuando se van a casa normalmente se indica algún tipo de antiinflamatorio. Como el procedimiento es menos invasivo en machos, en general en este caso sólo se internan por un día; las hembras necesitan medicamentos durante unos tres días para ayudarlas a una pronta recuperación”, explica Pamela Wallach, médico veterinaria de Nestlé Purina.

La recomendación es esterilizarlos antes de que alcancen su madurez sexual, lo que normalmente sucede entre los 4 y 6 meses de edad ¿Cómo reconocer ese momento?  Las hembras maúllan con intensidad y es probable que el macho pulverice orina para marcar territorio. “Algunos centros de adopción y veterinarios recomiendan la esterilización a temprana edad, desde las 12 semanas o incluso antes, para proteger sobre todo la salud de las gatitas”, agrega la especialista.

¿Por qué puede afectar la alimentación?

La castración puede aumentar el riesgo de que una mascota tenga sobrepeso; de hecho, la edad en la que se esteriliza a menudo va de la mano de una disminución natural de la tasa de crecimiento y sus necesidades energéticas.

Gatos y gatas esterilizados tienden a consumir más alimentos y tienen una tasa metabólica basal reducida, lo que significa que requieren menos energía para mantener el funcionamiento del cuerpo en reposo. “Por eso es importante reducir la ingesta calórica después de la esterilización, ya que los gatos con sobrepeso tienen más probabilidades de sufrir diabetes mellitus, estreñimiento, enfermedades ortopédicas, enfermedades del tracto urinario y enfermedades de la piel”, explica Pamela Wallach. 

Con el fin de cubrir las necesidades especiales de un gato esterilizado, la recomendación es buscar alimentos que cuenten con fórmulas específicas para estas necesidades. “En Purina contamos con productos con altos niveles de proteínas de alta calidad, niveles reducidos en grasas que ayudan que contribuyen a una alimentación baja en calorías y así mantener la condición corporal saludable y altos niveles de fibra con efecto saciante “, finaliza la especialista.

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