Cuenta la leyenda que el Espresso Martini fue inventado en 1983 por el barman londinense Dick Bradsell. De acuerdo al mito, una famosa modelo le habría pedido un trago para despertarse y luego emborracharse, ante lo cual, al especialista se le ocurrió mezclar café con alcohol.

Así habría nacido este cóctel, que en los últimos años, especialmente después de la pandemia, se ha instalado entre los preferidos en los rankings mundiales. Claro, con el teletrabajo, la frontera entre las horas laborales y el “happy hour” se volvió un tanto difusa, abriéndose paso esta bebida tanto energética como relajante.

Como todo lo que se pone de moda, esta invención también ha generado derivados. Si bien la receta tradicional contempla vodka, café espresso caliente y licor de café, ya han surgido nuevas fórmulas, como la de Marley Coffee, que sirve como base para su elaboración.

A continuación, Matías Farfán, barista de la compañía con origen en Jamaica, explica cómo preparar el mejor Espresso Martini.

Medidas

De acuerdo a Matías, los tres ingredientes de la fórmula original se dividen de la siguiente forma: 5 centímetros cúbicos de vodka, 3 de licor de café y 5 de café espresso. Este último tiene que estar frío. A ellos habría que agregarle otros 2 cl de sirope, también conocido como jarabe de glucosa.

Café

Dada la amplia variedad que ofrece Marley Coffee, Farfán recomienda utilizar el “Get Up Stand Up”. Al ser el café más limpio en taza en su extracción de espresso, intensifica y da una combinación perfecta con el vodka. Las notas de naranja/cítricos, complementadas con un toque de fruta tropical, generan una suave acidez y una bebida refrescante.

Preparación

Ya mezclados los ingredientes, hay que batirlos bien en la coctelera para enfriarlos y generar la espuma. Luego, la bebida ya está lista para servir, lo cual debe hacerse colándola sobre la copa de cóctel. Para que el Espresso Martini quede perfecto, Matías sugiere decorarlo con tres granos de café.

Cuándo

Al ser un cóctel, Farfán aconseja tomarlo durante la tarde o ya entrada la noche. Esto, sobre todo en verano, ya que, por ser refrescante, sirve para enfriar los calurosos cierres de jornada. Más que acompañarlo con un alimento, lo ideal es disfrutarlo después de comer, con un postre dulce.

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