La lactancia materna trae múltiples beneficios para la salud y el bienestar de madre e hijo. Esta instancia anhelada y repleta de ternura también puede presentar algunos desafíos.
Las ventajas para el niño se dan tanto a nivel físico como emocional. “Para el bebé es una fuente de nutrición y protección. Mejora su sistema inmunológico al contener inmunoglobulinas que lo protegen contra enfermedades como la neumonía, la diarrea, infecciones del oído, asma, entre otras. También favorece el desarrollo cognitivo y reduce el riesgo de alergias y de obesidad”, señala Natalia Ramírez, Psicóloga Clínica y Fundadora del Centro Los Acacios.
La especialista explica que este paso es de suma relevancia ya que el infante se encuentra en proceso de desarrollo y adaptación a su nuevo hábitat fuera del mundo intrauterino. En ese sentido, la lactancia materna brinda un espacio de intimidad entre la madre y el bebé, el contacto piel con piel, favoreciendo la potenciación del vínculo.
Además, les permite a ellas acelerar la recuperación postparto y lograr el reequilibrio del peso corporal más rápidamente. También reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer de mamas y ovarios.
Desafíos y propuestas
La lactancia no está exenta de dificultades. Pueden presentarse problemas de agarre, succión, de suministro de leche, dolor en los pezones y mastitis (infección mamaria). Ramírez aconseja contactar a un asesor de lactancia no solo cuando se presenten estas dificultades sino idealmente antes, ya que el poder contar con la información y obtener herramientas disminuye la ansiedad, sobre todo para la madre.
Ahora bien, no siempre se puede concretar la lactancia, por distintas razones, ya sea personales o médicas. La profesional destaca que esto no significa que el bebé este desprotegido. “En lo que refiere al área de nutrición la formula infantil es una alternativa segura y adecuada. Sólo se debe consultar con el pediatra respecto de la recomendación que se ajuste a lo que cada bebé necesita”, sostiene.
Para acompañar esta alternativa y los cambios progresivos en las etapas de nutrición, según comenta Paula Pérez, Gerente de Marketing de Opaline, la marca cuenta con bolsas seguras y no tóxicas, que se pueden utilizar para envasado y conservación de alimentos como el puré de bebé o la leche materna. Son cómodas de usar, tiene un buen rendimiento de sellado y no filtran con facilidad. Otro de los productos innovadores que ofrece la marca es el alimentador, chupetes especiales para aprender a comer. “Están diseñados para ayudar a los bebés y niños pequeños en el proceso de transición de la alimentación con biberón o pecho a la alimentación sólida. Se abren, con la finalidad de incorporar algunos alimentos, para que el niño experimente con diferentes texturas y sabores mientras desarrolla sus habilidades de succión y le resulte más fácil masticar alimentos sólidos”, señala Pérez.
Además, Opaline ofrece para la edad temprana prendas de vestir confeccionadas 100% con algodón peruano de excelente calidad que permite que el bebé se mantenga cómodo, fresco y sin alergias.