La incontinencia urinaria es una condición que afecta a miles de personas en el país: según la última encuesta nacional al respecto, más del 50% de los adultos mayores y más del 15% de las mujeres menores de 40 años presentan esta condición.

De acuerdo con Mónica Venegas, kinesióloga especialista en piso pélvico del Centro Integral de Reeducación de Piso Pélvico (CIREP), la incontinencia siempre está relacionada a algún factor desencadenante. También aclara que, aunque erróneamente se asocia con pacientes en estado de postración, la mayoría de los afectados son personas sanas, sin problemas de movilidad.

Por otra parte, explica que existen tres grupos principales de pacientes: aquellos que tienen escapes por esfuerzo físico, los que experimentan necesidad inaplazable de orinar, también conocida como incontinencia por urgencia, y que es causada por infecciones, trastornos neurológicos o diabetes, entre otros, y un grupo mayor que presenta una combinación de ambos tipos.

“Los goteos pueden ocurrir debido a esfuerzos físicos como toser, estornudar, correr o saltar, pero en ocasiones también están relacionados con alteraciones en la función de la vejiga, que provocan una disminución de su capacidad y la sensación de urgencia de micción en las personas afectadas”, indica la experta.

Si bien son múltiples las razones para que se presente la incontinencia, el estilo de vida y la contextura de los individuos afectan la probabilidad de ocurrencia. “Las personas con sobrepeso pueden tener un mayor riesgo, al igual que aquellos que consumen líquidos irritantes como alcohol, bebidas gaseosas y oscuras, cítricos, etc. Además, algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden aumentar la frecuencia de la micción”, comenta Venegas.

La incontinencia tiene consecuencias graves en la calidad de vida de quienes la padecen, por lo que es fundamental buscar productos ajustados a las necesidades de cada individuo. La especialista enfatiza que, con el tratamiento y los cuidados apropiados, es posible mejorar significativamente la seguridad y confianza de quienes tienen la condición.

Por ello, de la mano de TENA®, marca experta en el cuidado integral del adulto, ofrece algunas recomendaciones para aliviar las molestias que trae esta condición:

  • Reducir la ingesta de líquido, al menos una hora antes de realizar trayectos largos en los que no haya acceso a un baño. Aunque la hidratación es fundamental como parte de una vida saludable, el consumo en exceso puede incrementar el riesgo de escapes involuntarios y generar incomodidad a las personas afectadas, sobre todo, si no utilizan productos idóneos para la absorción de la orina.
  • Realizar ejercicios de piso pélvico, idealmente bajo la supervisión de un especialista. Sin embargo, el más común y que puede realizarse en casa, es practicar algunas rutinas sencillas al ir al baño; a fin de fortalecer los músculos de la pelvis. Para ello se sugiere cortar la orina durante la micción, volver a descargar y repetir un par de veces. Esta actividad se puede llevar a cabo una vez a la semana para evitar el desarrollo de infecciones.
  • Mantener una higiene adecuada para prevenir problemas dermatológicos e infecciones urinarias. En esta zona se debe evitar a toda la costa la humedad, ya que esta favorece la proliferación de hongos e infecciones. Limpiar con agua corriente, jabón con el PH adecuado, utilizar productos apropiados con alto nivel de absorción, y cambiarlos con frecuencia.
  • Elegir los productos de apoyo adecuados para una solución cómoda y eficaz. Existen distintas presentaciones dependiendo del perfil del consumidor. Para quienes tienen un estilo de vida activo, los ideales son los tipo pants, que son más delgados y ergonómicos, pero ofrecen alta protección y absorción, de forma muy discreta. También es importante percatarse de que cuenten con gel super absorbente y barreras reforzadas, porque estos atributos permiten cuidar la piel y neutralizar los olores, y proporcionan confianza y libertad a los usuarios.
  • Consultar al médico acerca de soluciones permanentes. En caso de que la incontinencia sea grave, es decir, cuando los escapes de orina sean incontrolables, constantes, de mucho volumen y los ejercicios de piso pélvico no muestran resultados, debes consultar a tu médico acerca de soluciones permanentes.

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