Este 14 de mayo se celebra a nivel nacional el Día de la Madre, momento donde los hijos las regalonean con obsequios, desayunos, ricas comidas, entre otras cosas. Sin embargo, un grupo que no siempre es festejado son las embarazadas, porque aún no se convierten en mamás.

Las embarazadas son mujeres que se encuentran en un periodo de transición con muchos cambios hormonales, a nivel físico y psicológico, requiriendo un alto nivel de adaptación. En este sentido, dos aspectos claves en esta etapa son la alimentación y el sueño, tópicos para los cuales los expertos entregan diferentes recomendaciones.

¿Qué comer durante el embarazo?

Las embarazadas deben mantener una dieta saludable y alimentarse de una manera consciente, ya que los nutrientes son traspasados directamente al bebé.

Trinidad Forteza, nutricionista que colabora con la marca San José, explica que para apoyar el desarrollo del bebé, es fundamental incluir en la alimentación granos enteros o integrales, verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales, así como evitar productos muy procesados.

Un debate que siempre sale a la luz es si deben o no consumir pescados. Frente a esta interrogante, Forteza zanja el tema y recomienda su consumo, destacando que las guías alimentarias del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de Chile aconsejan la ingesta de una presa de pescado dos veces por semana.

“Los pescados más adecuados para embarazadas son aquellos de agua fría, como el jurel, que tienen un gran aporte de ácidos grasos esenciales omega-3, nutrientes que son fundamentales en la dieta en este periodo, pues ayudan al crecimiento y maduración neuronal del bebé, y al correcto funcionamiento de la placenta. Además, precisa que su ingesta entrega otros micronutrientes que son esenciales en este periodo, como el hierro, el calcio y la vitamina D”, explica la experta.

¿Cómo dormir?

De acuerdo con datos de la National Sleep Foundation, el 78% de las mujeres cuenta con un deficiente sueño durante el embarazo.  Específicamente, ocurre en el primer trimestre, debido al incremento de la progesterona que aumenta la somnolencia diurna y el cansancio, mientras que, en los últimos tres meses, prevalecen los episodios de insomnio.

Alejandra Contreras, neuróloga de Clínica Somno comenta que “las principales consultas en esta esta etapa tienen que ver con incomodidades y el hecho de no saber cómo dormir, ya que aumenta la frecuencia cardiaca, se registra una mayor cantidad de viajes al baño que favorecen al insomnio, aparecen preocupaciones y ansiedad previo a conciliar el sueño, junto con dolores o molestias físicas debido al peso extra”.

Para combatir lo anterior, la especialista recomienda dormir hacia el lado izquierdo con las rodillas dobladas para facilitar el flujo de sangre; aumentar el consumo de líquido durante el día, pero disminuirlo unas horas antes de irse a acostar; utilizar almohadas especiales que sirvan como soporte y no consumir grandes cenas ni muy condimentadas para evitar el reflujo y la acidez estomacal.

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