Durante todo el año nuestra piel está expuesta a diversos factores ambientales que ejercen efectos positivos y negativos en ella. Con la llegada del verano la integridad de nuestra piel puede verse afectada por factores ambientales y químicos, por eso aquí te contamos cómo proteger la piel de estas agresiones.
En esta época estival la exposición al sol nos beneficia ya que permite a nuestro organismo sintetizar Vitamina D pero, por otro lado, puede ser peligroso si la piel está expuesta en exceso y sin protección. Además, las altas temperaturas aumentan la sudoración provocando que nuestra piel pierda agua, se deshidrate y se descame más fácilmente, lo que conduce a un desequilibrio en la barrera cutánea que cumple un rol fundamental de protección frente a los agresores externos.
Por lo general, el verano significa actividades al aire libre, pero con las salidas vienen los peligros asociados con la contaminación del aire y el agua. Esto conduce a la aparición de signos de envejecimiento prematuros, pérdida de vitalidad y luminosidad.
Los sistemas de aire acondicionado al que nos exponemos diariamente también afectan ya que reducen la humedad del ambiente, lo que produce desequilibrio en la barrera cutánea y acaba resecando la piel.
Lavar con demasiada frecuencia la piel puede causar sequedad excesiva e irritación, además el uso de jabones agresivos puede destruir la barrera protectora.
Después de las vacaciones, y en vísperas del cambio de estación, es normal comprobar estos efectos en la piel, por ello es muy necesario retomar hábitos saludables para devolver la hidratación y vitalidad. Algunos de ellos son:
*Seguir una nutrición saludable
*Practicar deporte con regularidad
*Dormir entre seis y ocho horas al día
*Evitar el consumo de alcohol y cigarro
*Adecuada rutina del cuidado de la piel
Según la experta Carla Ibarra, Químico farmacéutico de CeraVe, la clave para una buena rutina de cuidado de la piel comienza por el cuidado del rostro, es importante la constancia, estableciendo rutinas faciales con aquellos productos de acuerdo a nuestras necesidades.
Para hacerlo, el primer paso es utilizar un limpiador que se adapte a tu tipo de piel. Por ejemplo, si tienes la piel grasa o mixta, utiliza un limpiador que ayude a retirar el exceso de sebo sin resecar como el Gel limpiador espumoso de CeraVe.
Si tu piel es más bien seca, un limpiador que ayude a hidratar será la mejor opción. Concretamente, la limpiadora crema-espuma hidratante de CeraVe limpia, hidrata y elimina el maquillaje sin alterar la barrera protectora de la piel, además su textura cremosa genera espuma al masajear.
De cualquier manera, tengas el tipo de piel que tengas, recomendamos aplicar el limpiador con movimientos circulares, delicadamente y enjuagar siempre con agua tibia.
El segundo paso de la rutina de cuidado facial es aplicar un hidratante, como la Loción hidratante de rostro AM con FPS 25 de CeraVe que hidrata la piel con sus 3 Ceramidas Esenciales y Ácido Hialurónico mientras protege la piel gracias a su tecnología de protección solar FPS 25 de amplio espectro UVA y UVB. También es importante hidratar nuestro cuerpo, para ello si prefieres texturas cremosas, recomendamos la Crema hidratante CeraVe con su fórmula nutritiva que mantiene la piel hidratada por 24 hrs.
En cambio, si prefieres texturas más ligeras, la Loción hidratante de CeraVe te encantará, ya que su fórmula liviana y de rápida absorción devuelve la hidratación a tu piel, y restaura la barrera cutánea. Te invitamos a retomar la rutina de cuidado de la piel con CeraVe. Recuerda que estos productos y muchos más están disponibles en farmacias a lo largo de todo el país.