Ayer se realizaron las elecciones de Alcaldes y Concejales en nuestro país y la abstención de votantes llegó a niveles que no sé si se han visto antes en Chile.
Que salga uno u otro candidato, ojo que la centro derecha avanzó fuertemente en estas votaciones con los sillones de alcaldes, no es tan importante como el punto que muchos vemos con desánimo: la gente no está yendo a votar.
Días anteriores, en redes sociales se podrían ver los reclamos de muchos jóvenes llamando a no votar por los alcaldes consolidados o aquellos que llevaban muchos años en sus cargos, sin embargo, a la hora de sufragar, ese segmento al parecer no llegó a las urnas. ¿Por qué? ¿Será parte de la esencia de los millenials? ¿Reclamar tras un computador es más fácil que pararse e ir a votar?
Es verdad, los políticos que tenemos, no nos dan muchas esperanzas de cambiar lo de siempre,
la vieja política, pero sí poco a poco se ven nuevas ofertas de planteamientos, ideologías y focos. Pero aún así no llegan a convencer a estos jóvenes, incluso al conversarlo con una chica, me dijo, “esto debería votarse por whatsapp y listo”, es decir que la confianza que tiene este rango etáreo es tan fuerte que lo considera una forma válida de generar su derecho de ciudadano.
¿Será así en el futuro? Quizás solo es una etapa, una transición, donde nuevamente renazcan las ganas de votar, de ejercer presión en las urnas por lo queremos. ¿Saben? Esa, es mi gran esperanza.
Texto escrito por @andy_periodista